Ayer me fui a cambiar un regalo de Reyes, pero de mi hermano. Como él no iba para no perder el dinero fui yo y me compré una camisa de estas de cuadros azules que se llevan con cinturón. Estaba buscando el abrigo de tweed que me compraré para el próximo invierno, porque este estaba destinado a no ser. Y cuando me probaba la camisa en la tienda sonó la canción de Conchita "Puede ser" y me animó un poquito. Me sentí identificada con la letra y la adoptaré como himno cuando me sienta tan hundida. Espero con total sinceridad que esto dure poco, porque si pudiera no sufriría por nadie pero mucho menos por alguien que me dio tan poquito y que es capaz de quedar con otras.
Pero no quiero hablar más de esta persona. Hoy es el momento de ponerle fin y centrarme en mi.
Después de aquello, pasamos por delante de una tienda y vi un abrigo chulo por 40 euros, así que fui a probármelo pero me quedaba grande, sin embargo, vi una gabardina negra corta de estilo a una que tengo que estaba ya demasiado fea y me la compré.
Por lo demás, mi vida sigue transcurriendo por esa senda lenta, pero estoy convencida de que más tarde o más temprano todo cambiará, y que "esta vez creo que en vez de una puerta viene un ventanal muy sólido, muy fuerte y con vistas al mar".
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